Por Walter Szumilo
Emplazado en la intersección de las avenidas Montevideo y Palo Blanco, el predio de la ‘Toma de Agua’ adoptó en 1952 la fisonomía con la que se lo conoce actualmente. Sobre diez mil metros cuadrados, cuenta con una importante explanada de césped y árboles perimetrales, una imponente torre tanque y el edificio en cuya planta alta funciona el Museo 1871, que atesora la historia de la ciudad ribereña.
Si bien no se concretaron los planes para los que originalmente fue erigida, la construcción de arquitectura estilo colonial se transformó por dimensiones y ubicación en un lugar de referencia para vecinos y visitantes, un bello paisaje urbano a pocos metros del acceso al balneario Palo Blanco. Ahora, vecinos e instituciones intermedias se encolumnan detrás del denominado Proyecto Toma de Agua, ambiciosa iniciativa que propone crear en el terreno que hoy administra ABSA un atractivo polo histórico, recreativo y turístico.
Por Walter Szumilo
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