El Museo JUMEX de México expuso una de las mayores antologías del artista estadounidense. Con más de cien obras en exposición, recopiladas de museos y galerías de todo el mundo, y con curaduría del californiano Douglas Fogle, la muestra resalta el lado oscuro del mad men del arte.
por Ro Tierno
Lo dijo Douglas Fogle: todos creemos conocer la obra de Andy Warhol. Al menos, sabemos que está asociada a conceptos como publicidad, consumo, fama, desastres. Es difícil pensar su obra sin echar un vistazo a la realidad actual y no creer que fue un visionario, hoy que todos saborean los 15 minutos de fama en una especie de obsesión colectiva por la imagen.
La muestra que expone el Museo JUMEX rescata los primeros diez años del artista, desde sus inicios como publicista de la Madison Av. de New York hasta su consagración como uno de los iniciadores del arte pop. Apuntes, dibujos, recortes de revista desde 1950 hasta su populares latas de Campbell's, son algunas de las obras que podemos ver en esta antología ya considerada una de las más grandes sobre el artista.
Su atracción por los objetos de consumo y su obsesión con la fama y las celebridades como Elvis Presley, Jackie Kennedy, Mao Tse-Tung y Marilyn Monroe, tiene una contracara: su obra de accidentes y desastres, todas asociadas en una sola palabra: la muerte. Sus obras de suicidios, accidentes de autos, muertes por latas de atún envenenadas, son algunas de las imágenes que Warhol expuso como espejo de la sociedad estadounidense de los 60', siempre utilizando como fuente los medios de comunicación.
Como explica Douglas Fogle, "sin importar si estaba contemplando a Elvis o a Mao, a Marilyn Monroe o a Jackie Kennedy, Warhol entrenó su ojo para percibir el movimiento de otro tipo de historia, la que se cuenta a través del espejo narcisista de los medios. A través de su técnica de serigrafía, se convirtió en un pintor de historia de finales del siglo XX y un arqueólogo de la prehistoria del mundo de redes sociales que hoy habitamos"
Su obra plantea muchos interrogantes en un público crítico: la mecanización del arte como reflejo de la sociedad y el sistema capitalista, la degradación y banalización consecuente, el arte como objeto, el artista como máquina y el estudio como fábrica.
"En sus obras, Warhol registró una historia invisible de las intersecciones del trauma, la muerte y la cultura de medios que devora a sus propios hijos. Esta fue la estrella oscura que se alzó sobre el nacimiento de Warhol como artista, y sobre su travesía por el corazón de la oscuridad del siglo XX. La pregunta que debemos respondernos es la siguiente: ¿qué tienen que decirnos estas obras sobre el mundo en el que vivimos hoy?"
Marilyn Monroe: Luego de la muerte de la actriz en 1962, Andy Warhol toma la imagen de Marilyn Monroe para reproducirla, en una metáfora de la degradación y desgaste producido por el sistema de consumo. En total las Marilyn son 250 en distintos formatos y colores. Solo algunas están firmadas y son las que valen millones. Luego se centrará en la boca de la actriz, en una serie de serigrafías donde la última boca se puede ver oscura, degradada, como espejo de los objetos masivos desgastados y banales. El concepto de la obra es duro: canibalismo social y sistema de dominación.
The Factory: En 1965 Warhol decide abandonar la pintura para dedicarse al cine experimental en su estudio The Factory. Las películas son grabadas en 16 mm. en formato experimental, sin sonido ni guión narrativo y con la participación de screen stars, personas que iban a la fábrica de Warhol. Una de las primeras películas fue Empire state, una toma fija de este edificio desde el atardecer hasta el amanecer, de ocho horas de duración. Por un dólar se podía ver una película del artista, las cuales nunca generaron regalías y mantenía con lo que ganaba de sus pinturas.
Tunafish Disaster, 1963: En 1963, la revista Newsweek contaba la historia de dos personas, Margaret McCarthy y Colette Brown, que habían muerto por envenenamiento por dos latas atún. Andy Warhol retoma estas imágenes en serigrafía para un exposición que llamaría "Death in America", rescatando el lado oscuro del mundo estadounidense. Los "15 minutos de fama" se tornarían en un concepto siniestro alimentado por los medios de comunicación donde la información sobre una muerte luego pasa al olvido con el acontecimiento de otra muerte.
Race Riot, 1963: estas imágenes pertenecen a la revista Life y muestran los disturbios producidos en Birmingham, Alabama cuando policías atacan a manifestantes que reclamaban por los derechos civiles, en una ironía del artista por el "sueño americano" y la lucha por la libertad que abogaba Estados Unidos.